(...) Somos eso: la composición que la lectura hace de
nosotros, de nuestro pasado. Estamos hechos también de las lecturas imposibles,
quiero decir, de aquellos discursos que se nos desarman entre los labios
porque no podemos leerlos. Para bien o para mal, también nos constituyen
los enunciados y los signos que no podemos interpretar porque nos enfrentan en
su aridez impenetrable. La imposibilidad de leer, ese vacío, acentúa en nosotros
zonas que, en su mudez, no logran explicarse y nos impiden entender nuestra
inmanente confusión. Sino leemos ¿cómo vamos a descifrarnos, a comprendernos?
Somos eso: mujeres y hombres hechos de lecturas.
La lectura, una aventura cotidiana. Angela Pradelli.