jueves, 28 de marzo de 2013

.



Se retrocede con seguridad

pero se avanza a tientas

uno adelanta manos como un ciego

ciego imprudente por añadidura

pero lo absurdo es que no es ciego

y distingue el relámpago la lluvia



los rostros insepultos la ceniza

la sonrisa del necio las afrentas

un barrunto de pena en el espejo

la baranda oxidada con sus pájaros

la opaca incertidumbre de los otros

enfrentada a la propia incertidumbre

se avanza a tientas / lentamente

por lo común a contramano

de los convictos y confesos

en búsqueda tal vez

de amores residuales

que sirvan de consuelo y recompensa

o iluminen un pozo de nostalgias

se avanza a tientas/ vacilante

no importan la distancia ni el horario

ni que el futuro sea una vislumbre

o una pasión deshabitada

a tientas hasta que una noche

se queda uno sin cómplices ni tacto

y a ciegas otra vez y para siempre

se introduce en un túnel o destino

que no se sabe dónde acaba

Benedetti





..





" Vendrá el deshielo y será el césped segado


una carta a destiempo y una cita fallida

cuyo perfume de humo y piel

nos sorprende en blanco

y abotonado hasta el pecho.



Sonará ronco el teléfono

a eco de una ausencia, a fuego de artificio,

a arena que enfrían las plantas del recuerdo;

y sin convicción, con una feliz no ser ya

o ser tan poco

el caudal de cenizas que en los labios se nos tienden,

ensayaremos frases vulgares

figurándonos

un ido amor que se pretenda en blanco y negro,

para así aligerarnos

de preguntas manidas como naipes marcados

para nuestras manos de tahúres aprendices.



Colgaremos a un tiempo,

casi satisfechos del deber cumplido,

para desempolvar a solas objetos y lugares

en busca de una voz o de un gesto no desfigurados

que justifiquen ese vago ardor sin objeto,

esa bala perdida que brota del vacío "



Eduardo García.

...


A veces, uno cree que todo lo ha olvidado, que el óxido y el polvo de los años han destruido completamente lo que, a su voracidad, un día confiamos. Pero basta un sonido, un olor, un tacto repentino e inesperado, para que, de repente, el aluvión del tiempo caiga sin compasión sobre nosotros y la memoria se ilumine con el brillo y la rabia de un relámpago.

La lluvia amarilla, Julio Llamazares

sábado, 23 de marzo de 2013

............

No soy nada, nunca serè nada ,

sin embargo tengo en mì ,

todos los sueños del mundo

F Pessoa



Me encantó la anécdota y esa humildad y valor?? para contarla.




Mujer de mi mala Suerte


Con la patente del corazón vencida

Transito entre los cadáveres buscándote mi amor,

Y no te encuentro.



Mujer de mi mala suerte,

Asombro del pobre,

Capricho del rico,

Mujer que entraste en mi vida a pesar de los cerrojos que puse en todas mis puertas.



Atraviesas las paredes

De mi cuerpo y de mi alma

Y me derribas los muros con que protegía a mi corazón.



Mujer de mi mala suerte

Que llenas de flores a mi cementerio.



Engañaste a la gitana porque no estabas escrita en la palma de mi mano.

Ni en las estrellas del cielo,

Confundiendo a mi destino

Con solo pasar corriendo al costado de la mano



Alguien grito tu nombre

Para que ya no pueda oír otro

Resonando en el maldito mundo donde te espero en vano



Mujer de mi mala suerte

Como duele una hora de no verte

Cuanto pesa tu ausencia



Estoy cansado de respirar para vos

De encontrarte en cada instante de mi soledad

Para que me devuelvas puntualmente al día y ala hora en que te conocí.



Mujer de mi mala suerte

Apágame las flores

Que me quitan el sueño.



Mujer de mi mala suerte,

Cuando apago al luz

Se enciende tu risa

Quiero saber como es tu noche

Tu aliento en la madrugada

Tu ventana abierta para calmar la sed

De no se que viajero.



Mujer de mi mala suerte

Ni esta desgracia es tuya

Ni este dolor es mío.



Mujer de mi mala suerte

Devolveme la vida

No quiero ser ninguno

De ese nadie que todos se llevan por delante

Porque ya no soy nada

Lo que fui esta contigo

Mujer de mi mala suerte

Opino que...

La desnudez del alma es relativa..... una mera cuestión de gustos...


It is only through mystery and madness that the soul is revealed.


( Thomas Moore



Eesss... es es.... LA PRIMAVERA...

Sole Gimenez - La estatua del jardín botanico (en directo)

Todo se transforma... TO-DO.





" Una ciudad del sur con su mitología


urbana vagamente, subrayada de mar,

desgarrada de instintos,

con toda la belleza luchando por asirse

con dignidad a un resto de materia.

Tanta, tanta es la luz sin asidero "



Aurora Luque

Aveces da miedo SER y otras HACER....



" He visto siempre, en todo lo que he peregrinado, que estos ricachos poderosos, muchos dellos son ballenas, que, abriendo la boca de la codicia, lo quieren tragar todo para que sus casas estén poveídas y su renta multiplicada, sin poner los ojos en el pupilo huérfano, ni el oído a la voz de la triste doncella ni los hombros al reparo del flaco, ni las manos de la caridad con el enfermo y necesitado; antes con voz de buen gobierno, gobierna cada uno como mejor vaya el agua a su molino. Publican buenos deseos y ejercítanse en malas obras; hácense ovejitas de Dios y esquílmalas el diablo... "




Mateo Alemán

....

Me clavaría un bolígrafo

en el pecho

para sentir

lo que el papel siente

en la ausencia del verso



me acurrucaría

dejaría a la tinta

desparramarse

por todo mi cuerpo

por mis brazos y

piernas

por el torso de mi hambre



y al finalizar la Faena

me buscaría en el espejo

y transcribiría

las palabras más urgentes

Bolígrafo, Diego Planisich

....



• En un hormiguero bien organizado, las hormigas reinas son pocas y las hormigas obreras, muchísimas. Las reinas nacen... con alas y pueden hacer el amor. Las obreras, que no vuelan ni aman, trabajan para las reinas. Las hormigas policías vigilan a las obreras y también vigilan a las reinas.




La vida es algo que ocurre mientras uno está ocupado haciendo otras cosas, decía John Lennon. En nuestra época, signada por la confusión de los medios y los fines, no se trabaja para vivir: se vive para trabajar. Unos trabajan cada vez más porque necesitan más que lo que consumen; y otros trabajan cada vez más para seguir consumiendo más que lo que necesitan.

Parece normal que la jornada de trabajo de ocho horas pertenezca, en América Latina, a los dominios del arte abstracto. El doble empleo, que las estadísticas oficiales rara vez confiesan, es la realidad de muchísima gente que no tiene otra manera de esquivar el hambre. Pero, ¿parece normal que el hombre trabaje como hormiga en las cumbres del desarrollo? ¿La riqueza conduce a la libertad, o multiplica el miedo a la libertad?

Ser es tener, dice el sistema. Y la trampa consiste en que quien más tiene, más quiere, y en resumidas cuentas las personas terminan perteneciendo a las cosas y trabajando a sus órdenes. El modelo de vida de la sociedad de consumo, que hoy día se impone como modelo único en escala universal, convierte al tiempo en un recurso económico, cada vez más escaso y más caro: el tiempo se vende, se alquila, se invierte. Pero, ¿quién es el dueño del tiempo? El automóvil, el televisor, el video, la computadora personal, el teléfono celular y demás contraseñas de la felicidad, máquinas nacidas para ganar tiempo o para pasar el tiempo, se apoderan del tiempo. El automóvil, pongamos por caso, no sólo dispone del espacio urbano: también dispone del tiempo humano. En teoría, el automóvil sirve para economizar tiempo, pero en la práctica lo devora. Buena parte del tiempo de trabajo se destina al pago del transporte al trabajo, que por lo demás resulta cada vez más tragón de tiempo a causa de los embotellamientos del tránsito en las babilonias modernas.

No se necesita ser sabio en economía. Basta el sentido común para suponer que el progreso tecnológico, al multiplicar la productividad, disminuye el tiempo de trabajo. El sentido común no ha previsto, sin embargo, el pánico al tiempo libre, ni las trampas del consumo, ni el poder manipulador de la publicidad. En las ciudades del Japón se trabaja 47 horas semanales desde hace veinte años. Mientras tanto, en Europa, el tiempo de trabajo se ha reducido, pero muy lentamente, a un ritmo que nada tiene que ver con el acelerado desarrollo de la productividad. En las fábricas automatizadas hay diez obreros donde antes había mil; pero el progreso tecnológico genera desocupación en vez de ampliar los espacios de libertad. La libertad de perder el tiempo: la sociedad de consumo no autoriza semejante desperdicio. Hasta las vacaciones, organizadas por las grandes empresas que industrializan el turismo de masas, se han convertido en una ocupación agotadora. Matar el tiempo: los balnearios modernos reproducen el vértigo de la vida cotidiana en los hormigueros urbanos.

Según dicen los antropólogos, nuestros ancestros del Paleolítico no trabajaban más de veinte horas por semana. Según dicen los diarios, nuestros contemporáneos de Suiza votaron, a fines de 1988, un plebiscito que proponía reducir la jornada de trabajo a cuarenta horas semanales: reducir la jornada, sin reducir los salarios. Y los suizos votaron en contra.

Las hormigas se comunican tocándose las antenas. Las antenas de la televisión comunican con los centros de poder del mundo contemporáneo. La pantalla chica nos ofrece el afán de propiedad, el frenesí del consumo, la excitación de la competencia y la ansiedad del éxito, como Colón ofrecía chucherías a los indios. Exitosas mercancías. La publicidad no nos cuenta, en cambio, que los Estados Unidos consumen actualmente, según la Organización Mundial de la Salud, casi la mitad del total de drogas tranquilizantes que se venden en el planeta. En los últimos veinte años, la jornada de trabajo aumentó en los Estados Unidos. En ese período, se duplicó la cantidad de enfermos de stress.

EDUARDO GALEANO…

....





Los atacantes del amor


enmascarados por el mundo

asaltan en la calle



cuidado son terribles

aman como porfiados

quieren de pura voluntad



o la memoria les funciona

de modo tal que les importa nada

el odio el gran castigo

y besan contra todo



contra todos también confiando

que alguna vez alguien alguno

empuñe su ternura

empiece a fusilar.



COSAS… de Juan Gelman

...





Habrá que recoger el corazón


del sitio en que cayó esa madrugada

y coserse una sonrisa

para atravesar el muro.

Habrá que enterrar ciertos recuerdos

allí donde no puedan allanarlos

en algún rincón de la memoria

y abordar el dolor de otros comienzos.



Habrá que esconder el estupor

y jugar a ser sobrevivientes

barrer los escombros como si nada

festejar este bautizo

donde hasta Dios estuvo ausente

restañar esta herida que nos sangra

con esperanzas clandestinas, de esas

que siempre le nacen a los pueblos.



Habrá que cantar bajito

como los niños cuando juegan solos.



Lo que no habrá que hacer

bajo ningún motivo

es olvidar

envejecer

y rendirse.



Consuelo Tomas F.

Nada que ver con nada.... incongruencias... una cosa lo que ves, otra lo que se escribe....que nadie entienda... me divierte.



Hay tres caminos. Llevan a tres sitios, los mismos siempre.¿Y entre ellos ? ¿Y si fuera por entre dos de ellos ? Iría también a sitios conocidos, siempre los mismos. Porque esto es conocido. Porque nada se mueve. Porque somos así. Porque estamos en el mapa y en el padrón y nos busca el tren, el coche de línea, el correo, el teléfono, los amigos, la familia, y nos encierra la calle, la habitación, la puerta. La ventana mira siempre al mismo sitio. ¿ Y si un día mirase a otro sitio ? No lo hará.


Hay veces en que a las cuatro de la tarde o a las siete tengo un sueño de losa. Pero a esa hora no se duerme y yo no duermo. Hay veces en que a las cuatro de la mañana, o a las cinco, tengo los ojos abiertos y la cabeza clara como una estrella. Y quiero dormirme. Y no puedo. Y mi mujer duerme. Y mis hijos. Porque el brasero y yo somos iguales; tarda en enfriarse. Noto en mi cabeza las brasas, las últimas brasas de la madrugada, en las que, a veces, cae una idea, cualquiera, y la reaviva dolorosamente, con algo funeral, como un puñado de espliego.

¿ Por qué no he podido comer hoy a la hora de comer ?

- ¿ A dónde vas a estas horas ?

Estas horas son siempre para otra cosa, lo sé... "



Medardo Fraile

A veces... sólo aveces....




" Vuelvo al espejo para verme. Estoy seria; no sonrío. Tengo el rostro misteriosamente cerrado. Sufro. Enferma de amor, enferma de ensoñaciones, sueño con mi deseo. Tengo ya treinta y seis años, mañana tendré cuarenta y ocho, y un amañado paralelogramo comienza a formárseme y a enmarcarme el espacio que hay entre la nariz y la boca. Tengo los rasgos muy marcados- viviré años y más años antes que mis rasgos desaparezcan del espejo. Soy la Chica de Color Ocre que llevo en el bolsillo de la blusa. Apesto, hiedo a mi propia historia. Si, en este preciso instante, pudiera disolverme en una solución química, como una góndola, salpicada y bañada de plata mojada, ¿ bastaría el espejo para apresarme y fijarme, como una placa fotográfica ? Veo los ojos de Sam, llenos, pálidos, moteados de civilizaciones antiguas y furiosas, de los cuales salen centellas de odio hacia su mujer. Tropiezo con el dobladillo de mi larga falda de monja. Pese a todo, cojo al vuelo la cámara- mi embajador del deseo, mi casa secreta con su única puerta, mi casta apertura, mi niño muerto, esposo de mi vientre. Sus cabezas, clara la de ella y negra la de él, negativos la una de la otra, aparecen una junto a la otra en el espejo del dormitorio de la hija. Disparo sobre sus cabezas, el arpa blanca allá al fondo. Ahora están expuestos. Ahora estarán juntos para siempre..."




Cynthia Ozick.

...............




La edad, provoca cierta desazón y apatía ante situaciones que antes me rebelaban. Los políticos de esta ciudad- aquí los sufro-, no se enteran de nada. Imagino que lo importante es figurar y no ser inteligente; garantía de permanencia...




Mejor huir, siempre quedan miradas.



" Vuestro gesto y continente

ante mis ojos se para

como la mañana clara

en forma resplandesciente,

mas mi vida non repara;

el qual por maginación

figura mi entendimiento,

y fallo vuestra factión

tan llena de perfectión

que lloro mi nascimiento "



Juan de Mena



La verdad es perro fiel....






Soy todo lo que recuerdo y vos, todo lo que has olvidado


Yo me muevo entre las cosas, vos entre fantasmas cansados

Cuando la cárcel se desarmo, la penitencia fue amarte

No se fuga uno para atrás, se fuga para adelante

El diablo tiene una cola, que no la puede ocultar

Por más disfraz que te pongas siempre se te va a notar

Yo soy todo lo que recuerdo y vos, todo lo que has olvidado

Yo me muevo entre las cosas, vos entre fantasmas cansados



La verdad es perro fiel, que vive en todas las casas

Que muerde a quien no lo atiende y defiende al que lo guarda



El manjar que los corderos sueñan un día comer

Es lobo crudo con pelo vivo a punto de comer

Yo soy todo lo que recuerdo y vos, todo lo que has olvidado

Yo me muevo entre las cosas, vos entre fantasmas cansados

Gabo Ferro



Una...




una carta una brasa a través


por dentro del texto

nube llena de la lluvia mía

cruza el desierto por mí

la montaña camina

el mar entre los dos

una sílaba un sollozo

un sí un no un ay

señales diciéndonos

cuando no estamos más







P Leminski

....





Salve hermano lobo


perdido en el desierto

saciaste tu apetito

una vez más contento

y vuelves con la panza y el hocico satisfechos

no hay nada que te aleje del instinto, lobo viejo

Salve hermano lobo

te espera la manada

podrás contarnos todo

o no decirnos nada

acaso la inocencia de tus patas lastimadas

disculpe tus bravatas y te ponga en paz el alma

Hermano lobo

quien puede decir cuál es tu piel

si vistes de cordero y lo haces bien

que dulce tu mirada y que sensual tu condición

la abuela en el armario y tu al colchón

no esperes que te crea troleron

Salve hermano lobo

de Washington a Rusia

proclamas a tu modo

tu dignidad, tu astucia

fue dura la pelea contra el oso carnicero

venciste aunque pasaran otra vez sobre el conejo

Hermano lobo

quien puede decir ..





Gelman.... me gusta.




Esa mujer se parecía a la palabra nunca,


desde la nuca le subía un encanto particular,

una especie de olvido donde guardar los ojos,

esa mujer se me instalaba en el costado izquierdo.



Atención atención yo gritaba atención

pero ella invadía como el amor, como la noche,

las últimas señales que hice para el otoño

se acostaron tranquilas bajo el oleaje de sus

manos.



Dentro de mí estallaron ruidos secos,

caían a pedazos la furia, la tristeza,

la señora llovía dulcemente

sobre mis huesos parados en la soledad.



Cuando se fue yo tiritaba como un condenado,

con un cuchillo brusco me maté,

voy a pasar toda la muerte tendido con su nombre,

él moverá mi boca por la última vez.

Vallejo...

Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé.


Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,

la resaca de todo lo sufrido

se empozara en el alma... Yo no sé.



Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras

en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.

Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;

o los heraldos negros que nos manda la Muerte.



Son las caídas hondas de los Cristos del alma,

de alguna fe adorable que el Destino blasfema.

Esos golpes sangrientos son las crepitaciones

de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.



Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como

cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;

vuelve los ojos locos, y todo lo vivido

se empoza, como un charco de culpa, en la mirada.



Hay golpes en la vida, tan fuertes ... Yo no sé!



CESAR VALLEJO

Miriam Cairo





--Llorar no es una palabra rosarina.


--Ni porteña.

--Ni alta, ni baja.

--Ni rica, ni pobre.

--Llorar es una palabra dadaísta.

--Por supuesto, sobre todo cuando llorar no tiene sentido.

--¿Cuando se llora en seco?

--Llorar es llorar.

--Desde ya. Y vivir es vivir. Amar es amar. Morir es morir.

--Tampoco te pongas tan melodramático. A veces vivir es amar y amar es morir.

--Bueno, ¿el melodramático soy yo?

--Digo que el sentido de llorar es la lágrima.

--Las letras de la palabra lágrima.

--Yo sé llorar lágrimas con otras letras.

--Sobre todo los domingos.

--Ah, sí, no concibo un domingo sin lágrimas.

--"Los domingos tienen lágrimas de letras imposibles"

--¿Por qué le ponés comillas?

--Porque no es una frase coloquial.

--Tenés razón. Pero conmigo no estás obligado a ser coloquial para sonarme verdadero.

--Cierto. Fue un error de mi parte. Vuelvo a decirlo sin comillas: los domingos tienen lágrimas de letras imposibles.

--Y no obstante, su realismo es indudable.

--Cada letra de la palabra lágrima parece eternamente natural.

--Sobre todo porque las lágrimas son, en efecto, lágrimas.

--(...)

--(...)

--¿No conocés otro poema de ese escritor?

--Mmm, autores hay muchos pero otro como ese no sé.

--Yo soy un autor como ese.

--No puede ser.

--Que sí.

--Que no.

--La gente no lee a un autor como ese.

--A mí tampoco.

--La gente no te lee para respetar la vieja tradición de no leer a alguien que no es leído.

--Sí, es institucional.

--Hegemónico.

--Yo me leo en voz alta para los que no me escuchan y me leo en voz baja para que no me escuchen.

--Sos un lector dadaísta.

--Eso no existe.

--Cómo no, si te tengo aquí mismo, sentado en frente de mí, libando de mi copa. A propósito, llamá al mozo que ya nos hemos bebido toda la palabra vino.

--Tu generosidad no tiene límites... Mirá que hacerme existir como lector que no existe. Y encima hacerme cargo de pedir más vino usando la palabra vino, como si lo que dijera pudiera ser exactamente igual a lo que ocurra...

--Qué menos se puede hacer por un amigo.

--Por la palabra amigo.

--Te escucho hablar y siento algo en el centro de la palabra pecho.

--La palabra amor.

--Y la palabra miedo.

--Siempre la palabra amor te ha llenado de la palabra miedo.

--Y la palabra mujer.

--Para la palabra mujer necesito más vino.

--El mozo no me ve.

--El mozo no ve a los lectores dadaístas que no existen. Lo llamo yo, mejor.

--Sería imposible seguir hablando de la palabra mujer sin la palabra vino.

--A mí tampoco me ve.

--La realidad nos desrealiza.

--¡Uf!

--Basta con que se me ocurra escribir sobre algo real para que lo real se vuelva imaginario.

--Y viceversa.

--Si no estuvieras aquí seguiría atormentado por la palabra llorar.

--Son los riesgos a los que nos expone la palabra mujer.

--Mirá que pasan cosas, eh?

--Grandes cosas.

--Grandísimas.

--Y todas las cosas que pasan, pasan con palabras.

--Es una constante.

--La palabra es la cosa más grande que pasa.

--Ajá.

--Pero la gente no lee poesía.

--Porque le tiene miedo a la palabra poesía.

--Hay palabras muy peligrosas.

--Por supuesto. No es lo mismo leer la palabra asesinato que la palabra poesía.

--Obvio. Uno tiene a qué atenerse con la palabra asesinato.

--Desde ya. Asesinato es una palabra practicable. Poesía, es una palabra inverosímil.

--Para mí, es muy peligrosa la palabra mujer porque me provoca cosas más extremas que la palabra muerte.

--Obvio, provoca la palabra vida. Y es más difícil ser fiel a la palabra vida que a la palabra muerte.

--Estamos jodidos.

--Y sin la palabra vino por beber.

--No terminaremos nunca.

--En esta página, no.

--¿Seguimos la próxima?

--Dale.



Miriam Cairo

...............

Ana Belén - «Peces de ciudad» + subtítulos

sábado, 16 de marzo de 2013

....

La vida sigue -dicen-


pero no siempre es verdad.

A veces la vida no sigue.

A veces sólo pasan los días.



A veces,

de madrugada,

con el último trago

aún en la mesilla,



el que pude haber sido

y ya nunca seré,



viene a sentarse

a mi cama,

me mira,



y me pregunta

por qué.



Karmelo Iribarren


....





No me arrepiento de nada ni de nadie, la vida es un monólogo


entre la índole extinguida de una estrella y la natural semilla.

Mi alma crece silenciosa hacia un lugar incierto,

allí las fieras luctuosas, allí el sicario gótico y el infortunio ciego.

Brota el arco iris de los cálices que sostuvo Homero,

le brota su cuerno al fauno, el eco al precipicio, su luz al cielo.

Ésta es la frontera de mi vida, ésta la hora izquierda

exacta en el destino del corazón de un prófugo.

Yo iré donde tú vayas vida esquiva, en tempestad, de noche,

junto al fugitivo cazador de las lagunas, con el presidiario absuelto,

yo cruzaré los médanos con lumbre, yo abrasaré los remolinos ciegos.

He sido parcial con los vencidos, seguiré siendo parcial ante los muertos.

Recuerdo de mi infancia tres peligros,

recuerdo el mal, los ojos sin pretexto del maldito,

recuerdo el aire que había en las palabras,

recuerdo un sueño, su prodigio, recuerdo el asno blanco del lechero.

He vagado por ahí, irrevocable, alegre, desmedido,

he ofendido con voluntad a los jerarcas

y al atónito perpetuo en su torre de herrumbre.

Salgo de un lugar y voy a otro, me inspiran compasión las jaulas.

No soy distinto al péndulo en la cueva ni al nadador vendado,

mi mayor habilidad es la pereza de encontrarme con otros a menudo.

De lo mismo que me acusan yo me acuso, jamás mis amuletos me abandonan.

Siento ante la noche una curiosidad equívoca,

tengo ante lo súbito un poder magnético.

Hay un pretérito espectro que no olvido,

hay un rumor lejano del infierno,

hay un enigma hebreo junto al mito.

Mi cuadrilla es inhábil para todo, nada sabe.

Tengo un secreto según la estación del año,

un invariable encargo desde el primer aliento.

Me contradigo siempre, la certeza es la sombra de un delito.

De vez en cuando me asocio con proscritos,

encuentro a mi amigo en la revuelta, me hospedo en un lugar impenetrable.

Sé que existe en la belleza el bosque iluminado y la mujer mágica.

He oído la música del próspero océano y la ligera lluvia sobre el tambor de ébano,

he oído el tímpano y el arpa en las catedrales fúnebres,

la esquila del leproso y la irrevocable campana del jurista.

No he aprendido a sufrir, toda severidad es inhumana.

Yo era, yo fui lo que las manos de un padre ante la generación exhausta,

el encomendado a la mudez, el imprudente ileso.

Cada visión del hombre es una idea nueva que visita el mundo,

el silbato con que un cartero festeja la imitación de Dios.

La imaginación es una vivienda donde los herejes hacen ruido con el Apocalipsis,

la imaginación es insalubre para las lápidas y el asiento de los agónicos,

la imaginación hizo resucitar a Jesús al tercer día,

la imaginación es un túnel de tierra de colores ante los ojos del topo,

yo he visto el mundo real de la imaginación sobre la memoria de los errores,

yo he visto al turbulento y a su ferviente amiga salvados por la imaginación,

porque el cínico no ha ido al infierno gracias a la imaginación

y el infame no ha entrado en el deshonor de su propia verdad

gracias a la imaginación.

Yo me revelo contigo en la imaginación como el silencio en una amante inédita,

la conjetura indaga su resoplido entre la ruina, el árbol aborrece los valles,

ningún cautiverio dura eternamente en la brevedad de los labios de Horacio,

ninguna ciencia de rabinos descubrirá la amistad entre la poesía y el cielo,

los nómades no tienen campamento sino en la periferia donde algo amenaza,

Dante no tuvo campamento en los infalibles círculos,

yo tengo un aposento bajo el sombrero de paja y una estera de marfil

en el asilo de las nubes.

Mi nombre no dice nada a quienes me rodean, voluntariamente combato sus síntomas.

Concibo la memoria como el oficio de devolver a las aldeas su soberanía.

Algunas veces la juventud es una pasión enferma que ha huido del séquito,

su vanidad decora el orgullo como las sombras una caverna.

Todo lo inverosímil representa una verdad para alguien,

el unicornio es inverosímil, el ángel es inverosímil, la raya del horizonte

es inverosímil.

Lo imposible es indulgente con la maravilla,

llamo maravilla al pez de obsidiana y al vértigo de otro abismo

desde los puentes de mimbre.

La pesadumbre escolta los intentos como el desencanto la orfandad del logro.

El riesgo vive en el semblante de los supersticiosos, el crepúsculo tiene

las manos atadas.

El progenitor del artista es un mensajero que trae recados de la oscuridad.

En la provincia de las fábulas hay fábricas de pórfido para el ataúd de las estatuas.

Lo contrario al fallecimiento es una sonrisa inesperada, lo contrario al glaciar

la belleza del fuego.

Todo lo inmortal admite el mediodía, el girasol hace alianza con los páramos resecos.

El límite del hombre, el límite de la velocidad del pensamiento.

No han sido escritas estas palabras para el conocimiento de la razón

y no porque esa necesidad de conocer el sabor de los ruidos semánticos

no asista Como un deber al hombre y sea enfermedad de su inteligencia,

pero el que entra en una tumba blanca y prueba el blanco y duerme sobre el blanco

no debería ya manchar con otra elección el lugar de lo sagrado.

Yo he entrado en una tumba blanca y he comido en ella carne brillante de pez,

he bebido agua de cal como otros beben agua de Dios mezclada con lluvia,

Y a esa tumba la he llamado casa y he cerrado la puerta y me he quedado a vivir en ella.

Cuando llamó el lúcido le pregunté a qué venía, vengo para saber, eso dijo.

Cuando llegó el cobarde entró también el desconocido, traían aceite para las lámparas.

Nadie me ha ayudado a equivocarme, yo mismo he abolido mis derechos.



La tumba de Keats (fragmentos) Juan Carlos Mestre

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hay un momento del día en el que la vida se va apagando cual tenebrario.


suelo, que se deshace tras mis pasos como un maquillaje vencido

en una amenaza hecha de cansancio

las ramas se arrastran barriendo el alma de lo que fuera que te atrapaba,

ahora ya, nubes bajas y soles blandos.

hay un momento que esguinza la sonrisa antes de que nazca

y turba la mente y la enhebra a la carencia compañera

que nos ilustra y nos entrega a la fuerza los túneles que albergamos.

un momento de culpas que cortan muñecas para desangrarnos hacia dentro.

con asideros rotos y caricias de manopla de esparto se construye todo,

se construye la nada.



pero también hay un segundo en el que las lunas se conjuran y hacemos lluvia en los desiertos.

un momento de sabernos invencibles y llenos.

cuando llegas a mí tan roto como incendiado.

tan deshecho y tan desnudo.

con la piel tan viva y la mirada tan Rimbaud.

mordido por la melancolía.

amputado de un lienzo supuestamente hermoso.

humeante y desamparado.

perro cabizbajo.

justo ahí, elevarte. elevarnos.

sin mesura ni tempos.

de oleaje hacernos, por enésima vez, de fiebre hacernos,

eternamente de emoción empaparnos.

que el espejismo seamos nosotros.



cuando te llego tan hermética

tan vestida de absurdo

tan encelada como pobre

tan tropezada, tan lunfarda e inaccesible

tan desmembrada por dentro

tan de tallos rotos y jarros sin agua

albergando todo el spleen en mis ojos que no te daba.

justo ahí, elevarme, elevarnos.

sin mesura ni tempos.

de oleaje hacernos, por enésima vez, de fiebre hacernos,

eternamente de emoción empaparnos.

que el espejismo seamos nosotros.





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...