No soy una mujer sensible,
de aquellas que conversan en voz baja,
mientras se masturban el alma.
de aquellas que conversan en voz baja,
mientras se masturban el alma.
No sé hacer
mermelada de manzana,
ni mentir con caída de párpados,
ni sé envolver con celofán azul
de palabras
a aquél hombre,
para regalármelo,
y dormir en su espalda.
mermelada de manzana,
ni mentir con caída de párpados,
ni sé envolver con celofán azul
de palabras
a aquél hombre,
para regalármelo,
y dormir en su espalda.
No soy una mujer tranquila,
que mastica mantequilla,
con la lentitud de una larva.
que mastica mantequilla,
con la lentitud de una larva.
Tampoco soy una mujer dulce,
que con la miel de su voz,
a su víctima atrapa.
que con la miel de su voz,
a su víctima atrapa.
Soy
un lago de escombros,
que escombros deja,
allá por donde pasa.
un lago de escombros,
que escombros deja,
allá por donde pasa.
Soy
una ciudad bombardeada.
una ciudad bombardeada.
- Leticia Vera