En estos días
en que el mundo temiendo la entropía
se dobla sobre sí mismo,
es cada vez más ardua la tarea
de pregonar anuncios optimistas.
No hay evidencias que soporten
la esperanza de vientos
enrrumbándonos hacia ignotos continentes plenos de verdor
o de palabras que acierten y nos expliquen los mutuos agravios.
Al contrario:
el
tiempo
acumula
pruebas
contra
contra
contra
coooontra
las
posibilidades
del
equilibrio.
Hay cientos (miles??, millones???)de seres pereciendo
mientras otros asisten impávidos a sus agonías!!!
-espectadores en mullidas butacas
pulsando botones-
Una sociedad de voyeaurs
bendice su abundancia.
-Los muchachitos en el centro comercial
disparan y acumulan puntos destruyendo enemigos imaginarios.
Técnicas sofisticadas recrean masacres en salas de cine
de innumerables pantallas.-
En medio de la avidez
hombres y mujeres resuelven la certidumbre de su muerte inevitable
dando la espalda al destino común,
aferrándose a una minúscula y transitoria felicidad.
Llueven los hombrecitos con los paraguas, como en el cuadro de Magritte.
Cada quien tapándose como puede del sol abrasador
Cada quien imaginando que sobrevive
y que está de más soñar en voz alta.
(me gusta no sólo soñar, sino pensar en voz alta).
Poeta dentro de mi soledad. Testiga de este mundo soez, me arrastro
con mis alas pesadas hacia la cumbre desde donde me lanzaré
como Icaro, una y otra vez,
porque quizás
porque tal vez
porque no
no
no
no
y noooooo
me resigno.