El culto a la verborrea
consiste en hablar sobre lo que se habla o sobre lo que no
se habló pero debería hablarse. En estas relaciones
parlanchinas, todo hay que explicarlo, siempre hay algo
que (justificar o demostrar. Nada ocurre con naturalidad y
la
vida se va llenando de esclarecimientos e ilustraciones
constantes, ejemplos y estadísticas, para convencer al otro
de lo que a uno; le parece evidente.