Siempre detecto un gesto
de incredulidad
cuando te hablo acerca de los frágiles mecanismos
ocultos tras una apariencia infantil.
Como no crees en ellos, lo dejaste
caer y me miraste victorioso
al ver su superficie intacta a pesar del impacto.
Imagina lo que sentí al recogerlo
y escuchar esa pieza suelta en su interior.