domingo, 13 de septiembre de 2015

Y

ASUNTOS CIRCUNSTANCIALES

Cada noche cuando saco una píldora y me la trago tengo
irremediablemente
que pensar en ti

y al secarme la cara o mojarme los ojos para disimular un tanto las
ojeras
te vuelvo a pensar

aún evitando distracciones
no puedo dejar de escuchar tus pasos derrumbando el universo
no puedo dejar de latir.

Cada noche soy y me reconozco
debajo de las sábanas
debajo de la insistencia de volver a soñar y dormir tranquila

-sin baños termales-

sin necesidad de recontar a las noventa y una ovejas y tener,
al mismo tiempo,
que pedirle permiso al pastor

yo no soy quien para ser más
ni menos

soy la exacta imagen del espejo, pero al revés

y también descontando los segundos que fui cayendo
y tú no te atreviste a tropezar conmigo


cada noche trato de hilar la maraña que fui y que seré
si a un buen plazo puedo saldar las distancias
inimaginables, es cierto,

pero posibles de enhebrar con un poco de esperanza

aún no caigo en el juego y ya estoy aterrada hasta la última carta
hasta la última hoguera que quizás nunca prenderé

lo he dicho y no hay remedio para tratar de impedirlo
a cada noche su píldora, a cada mujer
su madrugada.




Rocío Silva Santisteban

...