Nos devolvemos favores. Cada cual
a su modo,
con las máquinas repletas de
archivos viejos.
Te vas tan temprano que casi no
tengo oportunidad
de verte. Oigo el chirrido de la
canilla, el plaf de la tapa
del inodoro que se te resbala de
los dedos. con eso
me quedo conforme. Algo me dice:
el sacrificio de
los dos va a parar a la misma
bolsa. Irte a las siete;
soportar a un perro que no es
tuyo y mis celos. Por mi
parte, sé cuánto conviene el
silencio en determinadas
situaciones; perfeccioné el arte
del planchado; hago un ovillo
con los pelos que quedan en el
lavatorio para que no los veas.
Cada cual a su modo cumple una
parte. Somos
agradecidos. Hace cuatro meses no
te hubiera preocupado
la titularidad de una escritura,
ni a mí que los puños
de tu camisa estén tan lisos como
el resto de la manga.
Cecilia Romana