"Una parte de cada vida, y aun de cada vida insignificante,
transcurre en buscar las razones de ser, los puntos de partida, las fuentes. Mi impotencia para descubrirlos me llevó a
veces a las explicaciones mágicas, a buscar en los delirios de lo oculto
lo que el sentido común no alcanzaba a darme. Cuando los cálculos complicados
resultan falsos, cuando los mismos filósofos no tienen ya nada que decirnos, es
excusable volverse hacia el parloteo fortuito de las aves, o hacia el lejano
contrapeso de los astros".