lunes, 14 de mayo de 2012

Jorge Luis Borges...






No habrá nunca una puerta. Estás adentro
y el alcázar abarca el universo
y no tiene ni anverso ni reverso
ni externo muro ni secreto centro.
  
No esperes que el rigor de tu camino
que tercamente se bifurca en otro,
que tercamente se bifurca en otro,
tendrá fin. Es de hierro tu destino

como tu juez. No aguardes la embestida

del toro que es un hombre y cuya extraña
forma plural da horror a la maraña

de interminable piedra entretejida.

No existe. Nada esperes. Ni siquiera
en el negro crepúsculo la fiera.






 


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