Toda flor quiere su fruto,
toda mañana, crepúsculo.
No hay nada eterno en la tierra,
salvo la transformación, la huída.
Hasta el verano más radiante
se marchitará un día y será otoño.
Quieta, hoja, ten paciencia
cuando venga a llevarte el viento.
Sigue jugando, no te defiendas.
Calma, deja que las cosas pasen,
deja que el viento, el que te quiebra,
sople y te lleve a casa.
Hermann Hesse
toda mañana, crepúsculo.
No hay nada eterno en la tierra,
salvo la transformación, la huída.
Hasta el verano más radiante
se marchitará un día y será otoño.
Quieta, hoja, ten paciencia
cuando venga a llevarte el viento.
Sigue jugando, no te defiendas.
Calma, deja que las cosas pasen,
deja que el viento, el que te quiebra,
sople y te lleve a casa.
Hermann Hesse