"Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos. La identidad no es una pieza de museo quietecita en la vitrina, sino siempre la asombrosa síntesis de las contradicciones nuestras de cada día" F.Savater
jueves, 29 de marzo de 2012
No. no hay.
No hay animal que no tenga un reflejo de infinito;
no hay pupila abyecta y vil que no toque
el relámpago de lo alto, a veces tierno y a veces feroz.
Victor Hugo, La leyenda de los siglos.
miércoles, 28 de marzo de 2012
Naaaaaaaaaa....
LAURA YASAN
la fortuna te esquiva?
¿hace agua el barco de tus sueños?
no hay de qué preocuparse
esta ciudad te ama
en los centros de canje estimulan el tedio
por dos tapitas más un peso
nada es tan grave
cargar el rudimento del pan y la escoba
puro discurso
cotillón para desesperados
por dos tapitas y una libra de carne
te llevás esa jaula
la corona del rey y un cetro plástico
por tres libras de carne más dos líneas de fiebre
la estafa del insomnio
malabarismo sobre noches violetas
te ama tremendamente
en los centros de canje
por una culpa más un beso indebido
cuatro hijos un perro y una úlcera crónica
nada es tan grave
la vida es un asunto local
del trabajo a la cama
forrar el ataúd con el salario mudo del fracaso
momentos en que llueve
sobre la fría seda del recuerdo
la ciudad anegada de una tristeza rancia
pero cómo te adora
te protege
por dos libras de sangre más la furia
te dan tres aspirinas y una bala
domingo, 25 de marzo de 2012
......
Así pues, la realidad, el mundo real, sólo habrá durado un tiempo, el imprescindible para que nuestra especie lo hiciera pasar por el filtro de la abstracción material y el cálculo. Real desde hacía tiempo, el mundo no estaba destinado a seguir siéndolo mucho más. Habrá cruzado la órbita de lo real en unos cuantos siglos, y no tardará en perderse más allá.
En términos meramente físicos, podemos decir que el efecto de realidad sólo existe en un sistema de velocidad y continuidad relativas. En sociedades más lentas, como las primitivas, la realidad no existe, no "cristaliza", a falta de una masa crítica suficiente. No hay suficiente aceleración como para que haya linealidad, y con ella causas y efectos. En las sociedades demasiado rápidas, como la nuestra, el efecto de realidad se difumina: la aceleración trastorna los efectos y las causas, la linealidad se pierde en la turbulencia, la realidad, en su continuidad relativa, ya no tiene tiempo de existir. Así pues, la realidad sólo existe en una determinada almena de tiempo y de aceleración, en una determinada ventana o en una determinada playa de los sistemas en expansión.
Jean Baudrillard, (trad. Joaquín Jordá).
En términos meramente físicos, podemos decir que el efecto de realidad sólo existe en un sistema de velocidad y continuidad relativas. En sociedades más lentas, como las primitivas, la realidad no existe, no "cristaliza", a falta de una masa crítica suficiente. No hay suficiente aceleración como para que haya linealidad, y con ella causas y efectos. En las sociedades demasiado rápidas, como la nuestra, el efecto de realidad se difumina: la aceleración trastorna los efectos y las causas, la linealidad se pierde en la turbulencia, la realidad, en su continuidad relativa, ya no tiene tiempo de existir. Así pues, la realidad sólo existe en una determinada almena de tiempo y de aceleración, en una determinada ventana o en una determinada playa de los sistemas en expansión.
Jean Baudrillard, (trad. Joaquín Jordá).
...
Con el maquillaje corrido, bajo la fresca lluvia de verano, a las siete de la mañana
Con el sudor en la piel, alcohol en la sangre y un laberinto en su cabeza
Con muchas preguntas, con pocas respuestas
cansada, aturdida
bien, mal
con un laberinto en su cabeza
pensando en esos ojos
imaginando historias felices en su mente que gira y da vueltas.
Todo pasa tan rápido; el tiempo corre tan rápido,lo que nos mueve nos hace actuar tan rápido...
Abre la puerta sin hacer ruido
se saca primero las botas, luego la ropa
se mete en su cama casi desnuda con el sudor aun en la piel
esperando encontrar la salida del laberinto, como sea, y al menos una respuesta a tantas preguntas.
Apoya la cabeza en su almohada, cierra los ojos
para pensar
para dormir
y tal vez
para soñar.
Isabel De Sosa Viera -
Con el sudor en la piel, alcohol en la sangre y un laberinto en su cabeza
Con muchas preguntas, con pocas respuestas
cansada, aturdida
bien, mal
con un laberinto en su cabeza
pensando en esos ojos
imaginando historias felices en su mente que gira y da vueltas.
Todo pasa tan rápido; el tiempo corre tan rápido,lo que nos mueve nos hace actuar tan rápido...
Abre la puerta sin hacer ruido
se saca primero las botas, luego la ropa
se mete en su cama casi desnuda con el sudor aun en la piel
esperando encontrar la salida del laberinto, como sea, y al menos una respuesta a tantas preguntas.
Apoya la cabeza en su almohada, cierra los ojos
para pensar
para dormir
y tal vez
para soñar.
Isabel De Sosa Viera -
Balance de sombra. Olga Orozco
Muchas veces, en los desvanes de la noche,
cuando la soledad se llena de ratones que vuelan o escarban bajo el piso
para roer, tal vez, los pocos nudos que me atan a este asilo,
busco a tientas la tabla donde asirme o el lazo que todavía me retenga.
Entonces te adelantas, aunque no sé quién eres,
sombra fugaz y sombra de mí misma, mi sombra ensimismada,
sí, tú, la más cercana pero la más extraña,
y siento que aún con tu inasible custodia me confirmas un lugar en el mundo.
Pero ¿quién eres tú?, ¿quién eres?
quizás seas apenas como un jirón de niebla
que copia dócilmente cada pacto de mi sustancia con el tiempo,
como cree la luz;
o acaso estés aquí sólo para testimoniar con tu insistente opacidad la culpa o la caída.
Compañía fatal o delatora,
yo sé que agazapada en un rincón cualquiera de los sueños
permites que la muerte se pruebe mi propio cuerpo cuando duermo.
Y no ignoro tampoco que llegas desde el fondo de un abismo con alas de ladrona
y escondes en tu vuelo soles negros,
humaredas de infiernos nunca vistos y recuerdos que zumban como enjambres.
Tu cosecha de ayer; tu amenaza y promesa para hoy y mañana.
Sospecho que también me has contagiado paredones roídos,
templos rotos, fisuras dolorosas y escondrijos que dan al otro lado.
Pero también multiplicaste a ciegas las visiones del amor que no muere,
nos vestiste con noche encandilada, con fugitivos resplandores,
y hasta te vi saliendo de ti misma
y te vi propagarnos como a un eco, como a un temblor de luces hacia la eternidad,
al paso de las aguas.
Sombra perversa y sombra protectora,
mi doble de dos caras.
Nunca tuve otra hija más que tú,
y has hecho lo imposible por parecerte a mí, en mi versión confusa,
aunque siempre aparezcas embozada en anónima y ajena, peregrina envoltura.
Yo te confieso ahora, mientras estoy aquí,
mientras aún me anuncias o me sigues, no sé si como emisaria o como espía,
que quienquiera que sea no querría perderte entre otras sombras.
No me dejes entonces nunca a solas con mi desconocida:
no me dejes conmigo
cuando la soledad se llena de ratones que vuelan o escarban bajo el piso
para roer, tal vez, los pocos nudos que me atan a este asilo,
busco a tientas la tabla donde asirme o el lazo que todavía me retenga.
Entonces te adelantas, aunque no sé quién eres,
sombra fugaz y sombra de mí misma, mi sombra ensimismada,
sí, tú, la más cercana pero la más extraña,
y siento que aún con tu inasible custodia me confirmas un lugar en el mundo.
Pero ¿quién eres tú?, ¿quién eres?
quizás seas apenas como un jirón de niebla
que copia dócilmente cada pacto de mi sustancia con el tiempo,
como cree la luz;
o acaso estés aquí sólo para testimoniar con tu insistente opacidad la culpa o la caída.
Compañía fatal o delatora,
yo sé que agazapada en un rincón cualquiera de los sueños
permites que la muerte se pruebe mi propio cuerpo cuando duermo.
Y no ignoro tampoco que llegas desde el fondo de un abismo con alas de ladrona
y escondes en tu vuelo soles negros,
humaredas de infiernos nunca vistos y recuerdos que zumban como enjambres.
Tu cosecha de ayer; tu amenaza y promesa para hoy y mañana.
Sospecho que también me has contagiado paredones roídos,
templos rotos, fisuras dolorosas y escondrijos que dan al otro lado.
Pero también multiplicaste a ciegas las visiones del amor que no muere,
nos vestiste con noche encandilada, con fugitivos resplandores,
y hasta te vi saliendo de ti misma
y te vi propagarnos como a un eco, como a un temblor de luces hacia la eternidad,
al paso de las aguas.
Sombra perversa y sombra protectora,
mi doble de dos caras.
Nunca tuve otra hija más que tú,
y has hecho lo imposible por parecerte a mí, en mi versión confusa,
aunque siempre aparezcas embozada en anónima y ajena, peregrina envoltura.
Yo te confieso ahora, mientras estoy aquí,
mientras aún me anuncias o me sigues, no sé si como emisaria o como espía,
que quienquiera que sea no querría perderte entre otras sombras.
No me dejes entonces nunca a solas con mi desconocida:
no me dejes conmigo
La caída. Beatriz Vignoli
Si te dicen que caí
es que caí.
Verticalmente.
Y con horizontales resultados.
Soy, del ángulo recto
solamente los lados.
Ignoro el arte monumental del sesgo,
esa torsión ornamental del héroe
que hace que su caer se luzca como un salto.
Ese rizo del mártir que, ascendiendo
se sale de la víctima
y su propio tormento sobrevuela
no es mi especialidad. Yo, cuando caigo,
caigo.
No hay parábola
ni aire, ni fuerza de sustentación.
Un resbalón: espero. Al suelo llego
por la ruta más breve.
Un alud, una piedra,
una viga a la que han dinamitado.
No hay astucias del cuerpo en mi descenso.
Se sobrevive: el fondo
del abismo es más blando
para quien no vuela, sólo cae.
Si te dicen que caí,
no vengas
a enseñarme aerodinámica revisionista.
No me cuentes de los que cayeron venciendo.
No vengas a decirme
que no crees que haya sido un accidente.
En lo único que creo es en el accidente.
Lo único que sabe hacer el universo
es derrumbarse sin ningún motivo,
es desmoronarse porque sí.
es que caí.
Verticalmente.
Y con horizontales resultados.
Soy, del ángulo recto
solamente los lados.
Ignoro el arte monumental del sesgo,
esa torsión ornamental del héroe
que hace que su caer se luzca como un salto.
Ese rizo del mártir que, ascendiendo
se sale de la víctima
y su propio tormento sobrevuela
no es mi especialidad. Yo, cuando caigo,
caigo.
No hay parábola
ni aire, ni fuerza de sustentación.
Un resbalón: espero. Al suelo llego
por la ruta más breve.
Un alud, una piedra,
una viga a la que han dinamitado.
No hay astucias del cuerpo en mi descenso.
Se sobrevive: el fondo
del abismo es más blando
para quien no vuela, sólo cae.
Si te dicen que caí,
no vengas
a enseñarme aerodinámica revisionista.
No me cuentes de los que cayeron venciendo.
No vengas a decirme
que no crees que haya sido un accidente.
En lo único que creo es en el accidente.
Lo único que sabe hacer el universo
es derrumbarse sin ningún motivo,
es desmoronarse porque sí.
miércoles, 21 de marzo de 2012
Será???
Cuando nada importa es mejor no hacer nada que hacer algo, principalmente si ese algo es tirar piedras a un árbol porque uno no se atreve a trepar en él.
Nada… Janne Teller.
Yo no sé y tampoco lo supongo....
No me relaciono con el desastre
ni con la muerte.
Soy un as-pájaro que come vida
adaptado a diámetros de luna y sol.
Una mujer pacífica en un mundo de batallas.
Hay tanta cólera en la mente de los hombres
¿Cuándo van a comprender que hay
un camino distinto
para poder llegar a los grandes poderes?
Porque
¿qué cosa duradera redime la violencia?
¿Qué es lo que la sangre lava para siempre?
Si todo queda realmente negro
bajo una costra de tristeza.
Nuestro espíritu no esta hecho para matar
y a veces mata
en el nombre moderno de Dios
que es el Dios de las excusas.
¡Cómo quisiera que esta humanidad no sea
una flor de música destinada a quemarse!
Cómo olvidar las tradiciones, los dráculas
las artes-trampas que dirigen la decapitación
desaparecen ciudades o gobiernan las almas
introduciendo microbios que carcomen
la alegría de vivir.
De suerte que estos errores invaden un siglo
confunden los pueblos y alteran
el movimiento del corazón del hombre.
Hemos olvidado lo grandioso que somos.
Mi poesía siente frío en este mundo
donde no me relaciono con la especie.
…Y mientras ellos caen yo resisto…
Raquel Jodorowsky (Chile, 1927 - Perú 2011)
Que yo sepa... nadie!!!!
Nadie ha podido demostrar hasta ahora
de manera fehaciente
que los pequeños deseos
son más fáciles de conseguir que los grandes.
Sólo se ha podido demostrar
de manera fehaciente
que son más numerosos.
(Cristina Peri Rossi)
Algo así
Yo no viajo para ir a alguna parte, sino por ir. Por el hecho de viajar. La cuestión es moverse". Robert L. Stevenson
Cortazar more CORTAZAR
Esta noche, buscando tu boca en otra boca,
casi creyéndolo, porque así de ciego es este río
que me tira en mujer y me sumerjo entre tus párpados,
qué tristeza nadar al fin hacia la orilla del sopor
sabiendo que el placer es ese esclavo innoble
que acepta las monedas falsas, las circula sonriendo.
Olvidada pureza, cómo quisiera rescatar
ese dolor de Buenos Aires, esa espera sin pausas ni esperanza.
Solo en mi casa abierta sobre el puerto
otra vez empezar a quererte,
otra vez encontrarte en el café de la mañana
sin que tanta cosa irrenunciable
hubiera sucedido.
Y no tener que acordarme de este olvido que sube
para nada, para borrar del pizarrón tus muñequitos
y no dejarme más que una ventana sin estrellas.
JULIO CORTAZAR
Nunca supe preparlo???? latigazos de lucidez? si cambiaste alguna frase...? complaciente y sin molestar? me escabullía del mundo?
Virginia Woolf- Las olas
“Cogí la vida, no por el exterior, sino por
la parte interna,
por la fibra cruda, blanca y sin
protección. Estoy aturdido y
magullado por la impronta de mentes y
rostros y cosas tan
sutiles que tienen olor, color, textura y
sustancia, pero no
tienen nombre”.
miércoles, 14 de marzo de 2012
Hesse
Toda flor quiere su fruto,
toda mañana, crepúsculo.
No hay nada eterno en la tierra,
salvo la transformación, la huída.
Hasta el verano más radiante
se marchitará un día y será otoño.
Quieta, hoja, ten paciencia
cuando venga a llevarte el viento.
Sigue jugando, no te defiendas.
Calma, deja que las cosas pasen,
deja que el viento, el que te quiebra,
sople y te lleve a casa.
Hermann Hesse
toda mañana, crepúsculo.
No hay nada eterno en la tierra,
salvo la transformación, la huída.
Hasta el verano más radiante
se marchitará un día y será otoño.
Quieta, hoja, ten paciencia
cuando venga a llevarte el viento.
Sigue jugando, no te defiendas.
Calma, deja que las cosas pasen,
deja que el viento, el que te quiebra,
sople y te lleve a casa.
Hermann Hesse
............
Habla como piensas y escribe poco.
Nunca digas lo que vas a hacer: hazlo.
Escucha a todo el mundo y luego calla.
No te quedes donde naciste: viaja,
viaja y viaja, y descubrirás tu rostro,
el verdadero, que es tuyo y de todos.
Convierte en ajeno lo que es de todos.
Huye de lo pomposo y de lo poco.
No sientas asco, no vuelvas el rostro.
Cuando te llegue la hora de amar, hazlo
como si hoy fuera ayer: el amor viaja
a la velocidad de la luz. Calla
tus deseos y sobre todo calla
si te aplauden o dan la razón todos.
Si es necesario, finge: sólo viaja
quien se acerca al canto aunque sea un poco,
como Ulises. Y si te toca odiar, hazlo
frente al espejo y el familiar rostro.
Estudia celosamente tu rostro,
tus sueños y tus miedos: lo que calla
en ti, eso mismo debe hablar; pero hazlo
de modo que te hable también de todos
los que no tuviste o tendrás, y poco
te importe ese vértigo en el que viajas.
No seas nunca el taimado que viaja
por encargo y regresa sin su rostro.
Domestica el hambre y verás qué poco
importuna, como el perro que acalla
un gesto de su amo. Deja que todos
hagan por hacer; tú, todo deshazlo.
Si te toca tomar partido, hazlo
sin vanidad o afán, como quien viaja
por un país conocido por todos;
pero borra una a una de tu rostro
las arrugas de lo superfluo. Calla,
y en silencio ve haciendo, poco a poco.
No te quejes del poco oficio y hazlo
tú mismo: observa, lee, calla, viaja,
búscate y piérdete en el rostro de todos.
Ana Nuño (Caracas, Venezuela, 1957
/////////////////////
Nadie te ha dado nada, tú lo sabes.
Y lo entiendes mejor cada mañana
cuando abres tu vacío a los primeros
rayos del sol. Entonces agradeces
tener por toda herencia tus sentidos
para ese instante alado de gorriones
que te hace despertar, para ese aroma
florido de la brisa más temprana.
Y lo entiendes mejor. Sabes que el tiempo
acabará con toda pertenencia,
con todo lo que aún no se posee,
y hasta con esas luces que te inundan
de su clara verdad. Nadie te ha dado
más que órdenes, leyes y consejos
a seguir, por las buenas o las malas;
tristezas en la noche, frases hechas,
remedios inservibles contra el frío
y un poco de otras muchas vanidades.
Pero tú lo agradeces. Así nunca
tendrás que devolver ciento por uno
de tales donaciones. Y lo entiendes
mejor cuando te acuerdas de ese día
en que habrás de partir, dejando sólo
unos versos escritos como ejemplo
de tu digna pobreza. Nadie cumple
más deseos por ir con su abundancia
sobre los hombros, por tener sus bienes
a salvo de un fracaso inoportuno.
Por eso, vive en paz con tu vacío,
con la luz matinal, con este aroma
de soledad en flor, con el silencio
que igual que tú, sin nadie, fructifica.
María Sanz (Sevilla, España, 1956)
...
No puedo encerrarte:
eres la calle llena de gorriones y de locos.
No puedo ordenarte:
eres un amasijo oscuro de humedad lasciva.
No puedo alcanzarte:
eres el caballo que galopa sin destino.
No puedo amarte:
eres el saco de los miedos de la gente de bien.
No puedo pensarte:
eres la idea que me tiraniza en el insomnio.
Sin embargo, te puedo conocer:
eres como yo, con otra piel.
Miren Agur Meabe (Lekeitio, Bizkaia, España, 1962)
Creo
Creo en todo lo incierto que remueve montañas,
en las incertidumbres de no saber mañanas ni fechas fijas en el calendario,
en lo que va a venir sin esperarlo. Creo
en la fuerza imparable de las palabras dichas sin artificio alguno,
en el empuje de la inmensa masa de gente como yo
sin esperanza, con convencimiento (al decir del poeta).
Creo en la muerte como adiós a la vida sin lápidas ni cruces ni sandeces
dichas solemnemente y a destiempo. Creo
en la soledad del hombre despojado de todos sus andrajos,
renacido en los otros para ser uno y trino.
Creo en todas las cosas que dejamos al borde del camino
por si alguien las recoge con templanza y las guarda en su almario.
Creo en ti,
anónimo enemigo o indescifrable amigo,
en todo lo que puedes hacer para cambiarme,
para secar al sol tanta tristeza que no tiene motivo y sí remedio.
Creo
en que nada en el mundo es inmutable
ni está escrito el momento en que ha de cambiar todo si así nos lo queremos.
Creo en la comunión de todos los que buscan y no encuentran,
en el advenimiento de quienes han de hacernos solidarios
sin mesiánicas dotes de profeta,
en las palabras sin sentido llenas de sentimiento. Creo
en lo que puedo y en lo que no puedo,
en la resurrección de lo imposible,
en las calles abiertas, alamedas
que volverán a abrirse. Creo
en que se puede amar a mucha gente a la vez sin estar loco ni tampoco cuerdo,
en los brazos de todos los abrazos, en la infamia de todas las mentiras,
en el cuento sin cuento. Creo en las lágrimas
que no afloran de golpe y se acomodan en el rincón inhóspito de tantos corazones,
a la espera de salir a la calle y llorar de verdad. Creo
en que no hay nada mío ni vuestro, y mucho menos suyo, que lo nuestro
no debe ser un tropo impronunciable. Creo
en todos los locos. Creo en ti, creo en mí, creo en nosotros. Creo
que ha valido la pena haber vivido aunque haya tantas cosas por hacer todavía,
tanta pena en los cuerpos y en las almas, tantas oscuridades que no acierto a alumbrar.
Creo en el hombre.
Jose Luis Zuñiga (Cantabria - España 1949)
en las incertidumbres de no saber mañanas ni fechas fijas en el calendario,
en lo que va a venir sin esperarlo. Creo
en la fuerza imparable de las palabras dichas sin artificio alguno,
en el empuje de la inmensa masa de gente como yo
sin esperanza, con convencimiento (al decir del poeta).
Creo en la muerte como adiós a la vida sin lápidas ni cruces ni sandeces
dichas solemnemente y a destiempo. Creo
en la soledad del hombre despojado de todos sus andrajos,
renacido en los otros para ser uno y trino.
Creo en todas las cosas que dejamos al borde del camino
por si alguien las recoge con templanza y las guarda en su almario.
Creo en ti,
anónimo enemigo o indescifrable amigo,
en todo lo que puedes hacer para cambiarme,
para secar al sol tanta tristeza que no tiene motivo y sí remedio.
Creo
en que nada en el mundo es inmutable
ni está escrito el momento en que ha de cambiar todo si así nos lo queremos.
Creo en la comunión de todos los que buscan y no encuentran,
en el advenimiento de quienes han de hacernos solidarios
sin mesiánicas dotes de profeta,
en las palabras sin sentido llenas de sentimiento. Creo
en lo que puedo y en lo que no puedo,
en la resurrección de lo imposible,
en las calles abiertas, alamedas
que volverán a abrirse. Creo
en que se puede amar a mucha gente a la vez sin estar loco ni tampoco cuerdo,
en los brazos de todos los abrazos, en la infamia de todas las mentiras,
en el cuento sin cuento. Creo en las lágrimas
que no afloran de golpe y se acomodan en el rincón inhóspito de tantos corazones,
a la espera de salir a la calle y llorar de verdad. Creo
en que no hay nada mío ni vuestro, y mucho menos suyo, que lo nuestro
no debe ser un tropo impronunciable. Creo
en todos los locos. Creo en ti, creo en mí, creo en nosotros. Creo
que ha valido la pena haber vivido aunque haya tantas cosas por hacer todavía,
tanta pena en los cuerpos y en las almas, tantas oscuridades que no acierto a alumbrar.
Creo en el hombre.
Jose Luis Zuñiga (Cantabria - España 1949)
What???
la lectura permite descubrir al otro conservando esa profundidad que sólo se tiene cuando estás solo”.
Proust
Yonosoynimeparezco
Yo siempre quise ser una mujer de bien,
ser alguien de provecho, valiente, emprendedora,
mesurada en las fobias, estable en los afectos,
brillante en los estudios, por poner un ejemplo.
Yo siempre quise ser una mujer de bien
y tenerlos a todos felices y contentos,
a mis padres y amigos, a Fulano y a Mengano,
a Diestro y a Siniestro
Pero hay alguien en mí que todo lo estropea,
que tuerce los caminos, equivoca las cosas,
desbarata mis planes, incumple mis promesas.
Alguien que pisa antes que yo sobre mis huellas.
En fin, visto lo visto, ya lo dicen mis padres:
a este paso, hija mía, no llegarás a nada.
Está bien, os lo debo, lo siento, lo confieso:
aludiendo a un anuncio, no soy como Farala.
Soñadora, insegura, mitómana, algo vaga,
con vocación de hormiga y verano de cigarra,
contradictoria y harta de conciliar extremos
en mi defensa alego
que siempre quise ser una mujer de bien
pero que en su defecto
soy, en el buen sentido de la palabra, mala
..........
Cómo me gusta
estar en la manigua de tu voz
cantando un viejo jazz
en la axila de un atardecer
que llueve a media calle
cuando mujeres leen poemas
de fuego y ceniza
un aroma de café y tabaco nos envuelve
yo
que fui hecha del humo
del café de los velorios
me gusta la llama que surge de tus ojos
por una veladora en el otoño
Esta ondulación que soy ahora
que emana del vapor marino
es un incendio en el letargo de tu tarde
estar en la manigua de tu voz
cantando un viejo jazz
en la axila de un atardecer
que llueve a media calle
cuando mujeres leen poemas
de fuego y ceniza
un aroma de café y tabaco nos envuelve
yo
que fui hecha del humo
del café de los velorios
me gusta la llama que surge de tus ojos
por una veladora en el otoño
Esta ondulación que soy ahora
que emana del vapor marino
es un incendio en el letargo de tu tarde
Leticia Luna (Ciudad de México, México, 1965)
........
"Why are you sad?”
“Because you speak to me in words, and I look at you with feelings."
“Because you speak to me in words, and I look at you with feelings."
— Anna Karina, Pierrot Le Fou
jueves, 8 de marzo de 2012
....
Un puerto es morada encantadora para un alma fatigada de las luchas de la vida. La amplitud del cielo, la arquitectura móvil de las nubes, el colorido cambiante del mar, el centelleo de los faros, son un prisma adecuado maravillosamente para distraer los ojos sin cansarlos nunca. Las formas esbeltas de los navíos de aparejo complicado, a los que la marejada imprime oscilaciones armoniosas, sirven para mantener en el alma el gusto del ritmo y de la belleza. Y además, sobre todo hay una especie de placer misterioso y aristocrático para el que ya no tiene curiosidad ni ambición en contemplar, tendido en el mirador o apoyado de codos en el muelle, todos los movimientos de los que se van y de los que vuelven, de los que tienen todavía fuerza para querer, deseo de viajar o de enriquecerse.
Pequeños poemas en prosa
Charles Baudelaire
Charles Baudelaire
martes, 6 de marzo de 2012
domingo, 4 de marzo de 2012
Aunque eso no le importe a nadie...
"Nuestra conducta es la única prueba de la sinceridad de nuestro corazón".
Charles Thomson Rees Wilson
Nada tiene porque tener algo que ver con todo...eso depende de cada quien
-La gente – murmuró Svidrigailof como si hablara consigo mismo, inclinando la cabeza y mirando de reojo- suele decir: “Estás enfermo. Por lo tanto, todo eso que ves son alucinaciones.” Esto no es razonar con lógica rigurosa. Admito que las apariciones sólo las vean los enfermos; pero esto sólo demuestra que hay que estar enfermo para verlas, no que las apariciones no existan.
Fiódor Dostoyevski
Nada es cierto ni se le parece.
Estás lejos y al sur
allí no son las cuatro.
Recostado en tu silla
apoyado en la mesa del café
de tu cuarto
tirado en una cama
la tuya o la de alguien
que quisiera borrar
-estoy pensando en ti no en quienes buscan
a tu lado lo mismo que yo quiero-.
Estoy pensando en ti ya hace una hora
tal vez media
no sé.
Cuando la luz se acabe
sabré que son las nueve
estiraré la colcha
me pondré el traje negro
y me pasaré el peine.
Iré a cenar
es claro.
Pero en algún momento
me volveré a este cuarto
me tiraré en la cama
y entonces tu recuerdo
qué digo
mi deseo de verte
que me mires
tu presencia de hombre que me falta en la vida
se pondrán
como ahora te pones en la tarde
que ya es la noche
a ser
la sola única cosa
que me importa en el mundo.
Idea Vilariño (Montevideo - Uruguay 1920)
allí no son las cuatro.
Recostado en tu silla
apoyado en la mesa del café
de tu cuarto
tirado en una cama
la tuya o la de alguien
que quisiera borrar
-estoy pensando en ti no en quienes buscan
a tu lado lo mismo que yo quiero-.
Estoy pensando en ti ya hace una hora
tal vez media
no sé.
Cuando la luz se acabe
sabré que son las nueve
estiraré la colcha
me pondré el traje negro
y me pasaré el peine.
Iré a cenar
es claro.
Pero en algún momento
me volveré a este cuarto
me tiraré en la cama
y entonces tu recuerdo
qué digo
mi deseo de verte
que me mires
tu presencia de hombre que me falta en la vida
se pondrán
como ahora te pones en la tarde
que ya es la noche
a ser
la sola única cosa
que me importa en el mundo.
Idea Vilariño (Montevideo - Uruguay 1920)
jueves, 1 de marzo de 2012
Te das cuenta de que:
En esta escuela del mundo
ni siendo malos alumnos
repetiremos un año,
un invierno, un verano.
WISLAWA SZYMBORSKA
(En traducción de Gerardo Beltrán)
Y eso es bueno o malo?.
Sí, ya sé, como todo.
Simplemente es:
""relativo""
Lo sé.
pero aveces todo va tan rápido.
Tan rápido
tan rápido
y no pasa nada
o sí.
pasa todo
bah.
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" Cargados con experiencia de vida, memorias de trabajo, buenos tiempos y pesares, cada uno con su carga especial; y es nuestro común d...
-
Detesto al lector que ha pagado por su libro, al espectador que ha comprado su butaca, y que a partir de allí aprovecha el blando almohadón ...