LA
INVITACIÓN
No me interesa lo que haces para ganarte la vida.
Quiero saber qué es lo que deseas,
y si te atreves a soñar que encuentras
lo que tu corazón anhela.
No me interesa cuántos años tienes.
Quiero saber si te arriesgarías
a parecer un tonto por amor,
por tus sueños o por la aventura de estar vivo.
No me interesan qué planetas hacen la cuadratura de tu luna.
Quiero saber si has tocado el centro de tu propio dolor,
si las traiciones de la vida te han abierto una herida
o si te has encogido y cerrado
por el temor a sentir más dolor.
Quiero saber si puedes vivir con dolor,
el mío o el tuyo,
sin intentar esconderlo o disfrazarlo o resolverlo.
Quiero saber si puedes vivir con alegría,
la tuya o la mía,
si puedes danzar, salvajemente y
dejar que el éxtasis te llene
hasta las yemas de los dedos de las manos y de los pies,
sin advertirnos que debemos tener cuidado y ser realistas,
ni recordarnos las limitaciones del ser humano.
No me interesa si es verdad la historia que me cuentas.
Quiero saber si puedes desilusionar a otra persona
para ser auténtico contigo mismo;
si puedes soportar la acusación de ser un traidor
y no traicionar tu alma.
Quiero saber si puedes ser desleal
y por lo tanto digno de confianza.
Quiero saber si puedes ver la belleza
aunque no todos los días sean hermosos,
y si puedes trazar el origen de tu vida desde su presencia.
Quiero saber si puedes vivir con el fracaso,
el tuyo o el mío,
y a pesar de ello pararte a la orilla de un lago
y gritar "SI!" al plateado de la luna llena.
No me interesa saber dónde vives
ni cuánto dinero tienes.
Quiero saber si puedes levantarte,
después de una noche de dolor y desesperanza,
agotado y golpeado hasta los huesos,
y hacer lo que tengas que hacer
para dar de comer a los niños.
No me interesa a quién conoces,
ni cómo llegaste aquí.
Quiero saber si compartirías conmigo tu pasión, tu amor,
sin echarte para atrás.
No me interesa dónde,
ni qué, ni con quién has estudiado.
Quiero saber qué es lo que te sostiene desde adentro
cuando todo lo demás se rompe en pedazos.
Quiero saber si puedes estar solo contigo mismo
y si te gusta de verdad
la compañía que llena tus momentos vacíos.
(Versión de María del Mar Fernández de la Calle)
No me interesa lo que haces para ganarte la vida.
Quiero saber qué es lo que deseas,
y si te atreves a soñar que encuentras
lo que tu corazón anhela.
No me interesa cuántos años tienes.
Quiero saber si te arriesgarías
a parecer un tonto por amor,
por tus sueños o por la aventura de estar vivo.
No me interesan qué planetas hacen la cuadratura de tu luna.
Quiero saber si has tocado el centro de tu propio dolor,
si las traiciones de la vida te han abierto una herida
o si te has encogido y cerrado
por el temor a sentir más dolor.
Quiero saber si puedes vivir con dolor,
el mío o el tuyo,
sin intentar esconderlo o disfrazarlo o resolverlo.
Quiero saber si puedes vivir con alegría,
la tuya o la mía,
si puedes danzar, salvajemente y
dejar que el éxtasis te llene
hasta las yemas de los dedos de las manos y de los pies,
sin advertirnos que debemos tener cuidado y ser realistas,
ni recordarnos las limitaciones del ser humano.
No me interesa si es verdad la historia que me cuentas.
Quiero saber si puedes desilusionar a otra persona
para ser auténtico contigo mismo;
si puedes soportar la acusación de ser un traidor
y no traicionar tu alma.
Quiero saber si puedes ser desleal
y por lo tanto digno de confianza.
Quiero saber si puedes ver la belleza
aunque no todos los días sean hermosos,
y si puedes trazar el origen de tu vida desde su presencia.
Quiero saber si puedes vivir con el fracaso,
el tuyo o el mío,
y a pesar de ello pararte a la orilla de un lago
y gritar "SI!" al plateado de la luna llena.
No me interesa saber dónde vives
ni cuánto dinero tienes.
Quiero saber si puedes levantarte,
después de una noche de dolor y desesperanza,
agotado y golpeado hasta los huesos,
y hacer lo que tengas que hacer
para dar de comer a los niños.
No me interesa a quién conoces,
ni cómo llegaste aquí.
Quiero saber si compartirías conmigo tu pasión, tu amor,
sin echarte para atrás.
No me interesa dónde,
ni qué, ni con quién has estudiado.
Quiero saber qué es lo que te sostiene desde adentro
cuando todo lo demás se rompe en pedazos.
Quiero saber si puedes estar solo contigo mismo
y si te gusta de verdad
la compañía que llena tus momentos vacíos.
(Versión de María del Mar Fernández de la Calle)