Yo,
que no desconozco los grandes temas del siglo,
y estoy atento a eso que llaman la coyuntura histórica,
en lo que me sea posible y aún bastante más,
al hombre de estos días,
tantas veces puesto en el filo de la navaja,
no me dejo asustar por los profesionales de la
angustia,
y busco en la gran peripecia humana,
tantas veces mágica aventura,
tantas veces sueños espléndidos y mitos trágicos,
la razón de continuar.