jueves, 5 de febrero de 2015

El peso de LAS COSAS



heme aquí,
hecha toda de tu ausencia,
con el golpe de tu adiós
creciéndome en la entraña,
con la palabra a medio decir,
como haciendo fila
en espera de aire.

no basta gravar
el abismo de tu boca
o callar agravios
si la muerte se repite
y no es pequeña.
aquí,
en estas cuatro paredes
ocho esquinas
dos ventanas
que me esconden,
basta con decir basta
y pretender
que el ojo de la puerta
no gotea tu salida.
acaso ocaso
tu silencio si te nombro,
acaso ocaso
el gemido dormido en la espera,
acaso ocaso
el nudo triste en la garganta:
ese lugar inconcluso
al que escapamos
cuando duerme la sonrisa.






Jocelyn Pimentel Rodríguez

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