Y cuando ya mi vida,
mi ardua vida,
en soledad
como una lenta gota
queriendo caer siempre
y siempre sostenida
cargándose, llenándose
de sí misma, temblando,
apurando su brillo
y su retorno al río.
Ya sin temblor ni luz
cayendo oscuramente.
"Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos. La identidad no es una pieza de museo quietecita en la vitrina, sino siempre la asombrosa síntesis de las contradicciones nuestras de cada día" F.Savater
jueves, 12 de junio de 2014
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" Cargados con experiencia de vida, memorias de trabajo, buenos tiempos y pesares, cada uno con su carga especial; y es nuestro común d...
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Detesto al lector que ha pagado por su libro, al espectador que ha comprado su butaca, y que a partir de allí aprovecha el blando almohadón ...