jueves, 8 de enero de 2009

Eduardo Galeano


Mis certezas desayunan dudas.


Y hay días en que me siento extranjero en Montevideo y en cualquier otra parte.


En esos días, días sin sol, noches sin luna,

ningún lugar

es mi lugar

y no consigo reconocerme en nada,

ni nadie.


Las palabras no se parecen a lo que nombran y ni siquiera se parecen a su propio sonido.


Entonces no estoy donde estoy.

Dejo mi cuerpo,

y me voy,

lejos,

a alguna parte,

y no quiero estar con nadie,

ni siquiera conmigo,

y no tengo ni quiero tener,

nombre ninguno:


entonces pierdo las ganas de llamarme o ser llamado.


E.Galeano

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