domingo, 27 de abril de 2008



…Mi cuerpo reflejado
se detiene en los escaparates…


levanta el dedo y con temor repite:
no vas a cambiar nunca,
no vas a cambiar nunca.



(Luis García Montero)


Yo soy para mí todas las interrogaciones,

todas las estatuas,

todos los misterios;

todas las cumbres heladas

desde donde tus ojos contemplan

la impura plata de una sombra

que muele el viejo semblante,

y que borra de paso lo indecible... .............

(Manuel María, "Molinero de brumas")

sábado, 26 de abril de 2008



JUAN JOSÉ ARREOLA
(1918-2001)
Gravitación
Los abismos atraen. Yo vivo en la orilla de tu alma. Inclinado hacia ti, sondeo tus pensamientos, indago el germen de tus actos. Vagos deseos se remueven en el fondo, confusos y ondulantes en su lecho de reptiles.
¿De qué se nutre mi contemplación voraz? Veo el abismo y tú yaces en lo profundo de ti misma. Ninguna revelación. Nada que se parezca al brusco despertar de la conciencia. Nada sino el ojo que me devuelve implacable mi descubierta mirada.
Narciso repulsivo, me contemplo el alma en el fondo de un pozo. A veces el vértigo desvía los ojos de ti. Pero siempre vuelvo a escrutar en la sima. Otros, felices, miran un momento tu alma y se van.
Yo sigo a la orilla, ensimismado. Muchos seres se despeñan a lo lejos. Sus restos yacen borrosos, disueltos en la satisfacción. Atraído por el abismo, vivo la melancólica certeza de que no voy a caer nunca.

Pertenencias de Rosa Silverio


pertenencias
A ratos siento que nada me pertenece
ni siquiera la cordura
Todo se pierde en el beso,
en la nostalgia de los años,
en el tímido rumor de la alegría.
A ratos la canica se olvida que rodar
era su juego preferido
y se consuela en el rincón
en donde guardo todos mis enseres.
La vida dejó de correr,
olvidó que existían los propósitos
y se rindió con pesadumbre
en el paraje más cercano;
sin exigir explicaciones,
sin mediar acuerdos,
simplemente se cansó de correr tras utopías.

Así se me cansaron las cosas,
los recuerdos, el cuerpo, las ideas,
y el amor pasó a ser una postal
que no logro precisar en mi memoria
Desde entonces, a ratos pienso
que nada de lo acumulado ha sido mío
y que "tener" es un verbo demasiado inmenso
del que tan sólo conozco sus orillas,
sus bordes generales,
su inconstancia y su afán de seducción.
A ratos
este todo del que a veces presumo
se disuelve sin nostalgia y sin remedio
en el huerto que me espera
cuando nada alargue la costumbre.

Poso tal como soy.

Tu máquina revelará perpetuamente

las huellas de mi acnémis ojos cansados

las arrugas de mi frente

y apareceré más desnudo de lo que nunca he estado

(en especial para alguiena quien he amado tanto).


Antes tenía que mostrarme como en realidad soy

algunas veces era el sol mi amigo

cuando velado por el mar y el cielo

presentaba con corrección de cosas,

siempre he temido parecer cualquier cosa excepto joven

y he envidiado la belleza

incluso en el rostro de desconocidos.

¿Acaso hacerse hombre significa

la realidad de reflejarse en los espejos públicos?

¿O es mi confianza en tu amor tan grande

que no me importa

aparecer ante ti con el peor de mis aspectos?


Rod Mckuen

domingo, 20 de abril de 2008


En una noche que debió ser de lluvia

o en el muelle de un puerto tal vez inexistente

o en una tarde clara,

sentado a una mesa sin nadie,

se me cayó una parte mía.


No ha dejado ningún hueco.

Es más: pareciera algo que ha llegado

y no algo que se ha ido.

Pero ahora,en las noches sin lluvia,

en las ciudades sin muelles,

en las mesas sin tardes,

me siento de repente mucho más solo

y no me animo a palparme,

aunque todo parezca estar en su sitio,

quizá todavía un poco más que antes.


Y sospecho que hubiera sido preferible

quedarme en aquella perdida parte mía

y no en este casi todo

que aún sigue sin caer.

Roberto Juarroz

sábado, 19 de abril de 2008


Los Justos

Un hombre que cultiva un jardín como quería Voltaire
El que agradece que en la tierra haya música
El que descubre con placer una etimología
Dos empleados en un café del Sur que juegan
una silenciosa partida de ajedrez
El ceramista que premedita un color y una forma
Un tipográfo que compone bien esta página
y que tal vez no le agrada
Una mujer y un hombre que leen los tercetos
finales de un canto
El que acaricia a un animal dormido
El que justifica o quiere justificar un mal
que le han hecho
El que agradece que en la tierra haya Stevenson
El que prefiere que los otros tengan razón
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.

(J.L. Borges)

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