El nombre propio no designa un
sujeto, Deleuze
"La unidad real mínima no
es la palabra, ni la idea o el concepto, ni tampoco el significante. La unidad
real mínima es el agenciamiento. Siempre es un agenciamiento el que produce los
enunciados. Los enunciados no tienen como causa un sujeto que actuaría como
sujeto de la enunciación, ni tampoco se relacionan con los sujetos como sujetos
de enunciado. El enunciado es un producto de un agenciamiento, que siempre es
colectivo y que pone en juego, en nosotros y fuera de nosotros, poblaciones,
multiplicidades, territorios, devenires, afectos, acontecimientos. El nombre
propio no designa un sujeto, designa algo que ocurre cuando menos entre dos
términos, que no son sujetos, sino agentes, elementos. Los nombres propios no
son nombres de personas, son nombres de pueblos y de tribus, de faunas y de
floras, de operaciones militares o de tifones, de colectivos, de sociedades
anónimas y de oficinas de producción. El autor es un sujeto de enunciación,
pero el escritor no, el escritor no es un autor. El escritor inventa
agenciamientos a partir de agenciamientos que le han inventado, hace que una
multiplicidad pase a formar parte de otra. Las estructuras...."